Convertir un local lóbrego, de más de 200 metros cuadrados y situado en el bajo de un edificio de hormigón, en una clínica dental acogedora donde el paciente esté relajado cuando acuda a consulta.

Es el reto que plantearon a BIOCONSTRUIR los propietarios de ALSANA para abrir una nueva delegación en la localidad pontevedresa de Ponteareas. Y, tras llevarlo a cabo, no podemos estar más satisfechos del resultado.

Dos empresas con una misma filosofía

Fue fácil ir de la mano y entender lo que quería ALSANA porque ambos compartimos la misma filosofía; la preocupación por crear un ambiente acogedor y saludable para el cliente. ALSANA no es una clínica dental al uso. Dispone de profesionales especializados en quinesiología y osteopatía, que realizan un trabajo postural previo a cualquier intervención dental, especialmente en niños. Además, imparten cursos de formación. Por eso, nuestro trabajo tenía que ir encaminado a crear distintos ambientes dentro de ese local.

En BIOCONSTRUIR nos encargamos del diseño, de la dirección, la gestión de obra y de tramitar el alta de actividad y los permisos de sanidad.

Lo primero que hicimos fue un estudio para saber cómo estaban las instalaciones del edificio y qué había a cada lado del local para poder aislarlo acústicamente. Además, realizamos prospecciones geobiológicas con el objetivo de averiguar cuáles eran las zonas más neutras del local. Un espacio libre de fallas y aguas subterráneas favorece la relajación del paciente y el trabajo de los profesionales, así que es el lugar idóneo para ubicar las camillas y las salas de masajes.

El diseño de las distintas zonas y ambientes

La Fachada

Para diferenciar la clínica del resto del entorno, decidimos poner una gran luna con la imagen de un bosque enmarcada con krion en color blanco. Y para dar uniformidad con el edificio cubrimos el resto de la fachada con lamas lacadas en negro.

El interior

Nada más acceder al interior nos encontramos con el mostrador de recepción a mano izquierda. Desde ahí parte un pasillo en curvatura, simulando una columna vertebral, que conecta con cada una de las salas. Un “camino” que iluminamos con una tira de luces led que cambia de color.

Frente al mostrador, y para aprovechar la luz exterior que entra por la luna de la fachada, situamos la sala de formación.

La sala de espera, por su parte, la ubicamos al fondo de la clínica porque tiene vistas a un parque. Buscamos crear un espacio luminoso que resultase acogedor para el cliente.

Para favorecer su entretenimiento y relajación, instalamos una gran pecera en la esquina que da al pasillo central. Además sirve de punto de referencia para moverse por la clínica. Dentro de la sala de espera creamos dos espacios, con zona de pintura y mobiliario bajo para los niños y sillas para los adultos.

Las salas de fisioterapia las ubicamos en lugares más cerrados, ambientándolas con luces tenues e indirectas que favorecen la relajación del paciente.

La sala dental es un espacio más técnico así que en ella prevalece la luz natural reforzada con puntos de luz directa.

Las diferentes salas las separamos con paredes de vidrio con el objetivo de generar espacios amplios y potenciar la luminosidad.

Y los aseos los decoramos con evocadores murales. Si el paciente no está lo suficientemente relajado, estos paisajes, terminarán por conseguirlo.

Materiales biosaludables

En BIOCONSTRUIR siempre aconsejamos la utilización de materiales biosaludables y los propietarios de ALSANA no tuvieron dudas al respecto. Por ejemplo, para el pintado de las paredes y el lacado de las puertas se han utilizado pinturas naturales orgánicas.

Además, hemos instalado un recuperador de calor. Se trata de un sistema de ventilación que favorece el ahorro de energía aprovechando la temperatura y humedad del aire que extraemos del local e intercambiándolas con el aire de ventilación que impulsamos del exterior. Con ello conseguimos reducir el consumo energético de la instalación de climatización, disfrutando de una excelente calidad de aire.

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